domingo, 8 de noviembre de 2015

Pequeña existencia.



UNA VIDA
Nació, creció, intentó ser feliz, envejeció hasta morir.
Increíblemente, una vida cabe en un renglón.

BERSA
Saltó la pared, ¿debería haberlo pensado mejor? Rompió el vidrio, ¿debería haber hecho menos ruido? Buscó la caja, ¿debería haber terminado el colegio?
Un fogonazo, un estallido, un ardor en el pecho, ¿debería haber sabido que el sereno podía tener un arma?

½ FALTA
Dejó media tostada en el plato, apuró el último trago de café con leche, con dos palabas se despidió de su mamá, en el ascensor terminó de peinarse, al salir corriendo casi se lleva puesto al encargado.
No podía volver a llegar tarde, corrió tres calles, cruzó por la mitad de cuadra, no lo vio venir.
En la acera desparramados un cuaderno, una cartuchera, un libro y una vida.

AMOR DÉBIL
Me miró, lo miré. Me besó, lo besé. Me amó, lo amé. Me lastimó, no pude.

VIAJAR
Conocer el mundo sin moverse de la cama. Veo playas y mares a través de los ojos de otros. La nieve descripta con palabras virtuosas me hiela la piel. Leo una crónica sobre las primeras campañas antárticas, navego los mares del sur.

UN DÍA
Un día la vi triste, un día la vi llorando, un día la vi golpeándose, un día no la vi.
  
SENTENCIA
Su silencio suscitó serias sospechas. Su socio, ¿se suicidó?

LOCA LIBERTAD
La locura la liberó. Lamentablemente, la libertad la liquidó.

EL FINAL
Se hizo un corte en cada una de sus frágiles muñecas. Pero esta vez no fue suficiente.


                                                                                                                
Clara Laurito.

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