domingo, 27 de noviembre de 2016

Diario de lectura de "El túnel" - L.C. Salguero

Un camino de poca luz y sinsentido
Quizás, las palabras son una manera de expresar. De expresar realidades y hasta mundos delirantes. Así se puede hacer gran uso de estas, y comunicar cosas intrigantes y misteriosas, como puede ser la realidad de una persona dicha en un diario. Porque siendo sinceros, qué tanto sabemos de la otra persona. Es insondable saber hasta qué conocemos, qué sienten, lo que les sucede cuando prueban un helado, cuando les pegan en lo más profundo o ven su cara de frente y no ven espejismos.  Incluso llegando la inescrutable sensación que les arremete de alguien matando a otra persona. Pese a que las palabras sean dichas, supongo que uno puede comprender al menos una cosa, una que la otra persona quiere expresar, más bien lo que le sugiere. Quizás no sea sobre sí mismo directamente, sino que quizás en un punto es algo que le vino a la mente. Nada es por pura casualidad, no digo que no existan, pero están influidas por ciertos hechos. Supongo que la vida de una persona influye en lo que escribe, en lo que dice. Uno no llegaría a decir esto si su vida hubiera tomado un camino extremadamente diferentes y por ejemplo hubiera sido un monje o un analfabeto. Entonces,quizás uno puede leer a una persona en un texto, o puede leer en ella a uno mismo. Tal vez de eso trata la esencia del diálogo humano.
No yendo más allá, me voy a ceñir al tema. Por lo que diré leer, queda en uno. Es decir, uno lee y lo interpreta como lo siente. No hay respuestas puras.

Saliendo, estos son extractos de mis pensamientos; a veces un mar calmo e indiferente, otras un caos pandémico. Dejo aquí lo que arrojé los días que anduve leyendo la novela “El túnel” de Ernesto Sábato. Probablemente no siga con la consigna, o tal vez solo siga el andamio Escribí sobre lo que quieras, sobre lo que te suscite la lectura.
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Madrugada del sábado 12 de Noviembre:
Esto es completamente inútil, espero que no importe lo que cuente, más bien sé que a nadie le importa y no se preocupan por ello. Sin embargo, escribo porque no sé qué otra cosa hacer, aunque quizás también lo hago por la insistencia de aquella voz, intrascendente. Tal vez a estas horas uno tiende a pensar más que poder hacer cosas. Estoy cansado, no me siento muy bien, ojalá pudiera saber precisamente por qué. En este momento, me pregunto qué harán todas las otras personas cuando se sienten así, tal vez tratan de distraerse con una de sus tantas divertidas actividades como ver uno de esos mediocres programas de televisión o salir a tomar alcohol hasta que se les pasa o quizás jamás les sucede, no lo sé. Sé que es un sentimiento humano, pero no logro comprender cómo lo sienten los otros y si ellos lo viven igual.
Me gustaría poder hablar todo esto con alguien, pero sólo está mi madre y no quiero contarle lo que suelo pensar porque sólo conseguiría preocuparla. Aunque, tampoco creo que le importe mucho, no sé, ya no tengo mucha relación con las personas. Es mi culpa, lo entiendo. No hay razón para quejarme, acepto el hecho de ser tan estúpidos y de eso se trata todo. Pero bueno, no quiero seguir pensando en eso porque todo se pone oscuro y no quiero que me vuelva a pasar. Es como cuando te miras al espejo por largo rato y luego te sientes vacío.
En general me gusta la noche, la tranquilidad y el silencio de esta pero a veces la odio porque siempre pienso demasiado y termino ahogándome. No sé, quizás los pensamientos son como un océano y nosotros tan sólo somos unos marineros aventurados en ese solitario desafío. Aunque, me gusta más verlo como espacio y astronautas , pero supongo que se entiende la metáfora, al menos eso espero.
Ya son la 1:30 am pasadas, que suerte que es un fin de semana largo, porque sino estaría triste pensando que dentro de unas horas tendría que estar en el colegio. Allí donde simplemente soy una sombra o quizás ni siquiera me ven tanto, yo los veo. a veces me siento como si estuviera siendo un simple espectador y acepto mi lugar
Pero no me molesta, por lo menos eso quiero creer.
“...en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío".
    Una frase, a medias, raquítica pero para nada endeble. Me embiste, descoloca y abraza. Puede que sea porque me sienta ahora en un túnel, oscuro y solitario. Porque quiero creer que la vida de una persona lo es. Un absurdo, una búsqueda de un sentido de esta vida absurda en un universo indiferente. esa es la vida, un eterno túnel, una eterna condena sisifica, un eterno recorrido sin final. Quizás el final, existe, o nuestra vida es la que termina y todo sigue. Puede que ese sea el final del recorrido de un individuo, su vida. Aquella que no tiene respuestas concretas, porque no hay una verdad absoluta en este universo. Algo que el hombre pueda consignar.

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Madrugada del domingo 13 de Noviembre:
Son las 3 de la mañana, como la de cualquier otro día. Pero las náuseas están, aunque es como cualquier otro día, hoy particularmente hoy, me siento mal. Ojalá tuviera aquel rigor de olvidar. Y pensar "todo tiempo pasado fue mejor". Dejar todo, y ser ajeno a lo demás. Porque quizás esa enajenación sea una salida a una libertad. Dudo que el olvido sea una libertad, decirlo sería una contradicción. Pero en la humanidad, en ese conjunto (pero no unidad) estas son "realidad". Para unas aquel ganado, animales sucios y domables, lo más ilógico y sin sentido ya está tan inculcado como una verdad. Por lo que quizás, la frase "todo tiempo pasado fue mejor" sea un ejemplo a seguir. Algo que condiciona a la gente a pensarlo. O tal vez esas personas lo sienten. Realmente, vuelvo a repetir, me intriga mucho el pensar ajeno.
Quiero creer que no hay una unidad en la humanidad, ya que si hubiera perdería de aquella incomprensible variedad. No porque todos serían una calcomanía, una reflejo del otro, sino porque me cuesta creer que exista la posibilidad (la capacidad) de que haya un pensamiento distinto, algo que resalte. A lo que voy es que no hay una imagen nueva
"Una libertad no es posible en sociedad total. Siendo los humanos una no unidad"
Es lo que me viene a la mente, tras pensar que uno es un ser individualista. Quizás esa es una de las razones que cada uno sea su propio túnel. Pero, ello te indica , te limita.
Uno está limitado por los demás, "la libertad(la supuesta libertad)de uno termina cuando empieza la del otro" dejando así de ser la libertad de uno propia e individual. Para irse a un plano común dónde carece de total "libertad".
Si uno la sobrepasa, y con eso me refiero a actuar de un modo que repruebe la arbitraria sociedad, éticamente. Y hacer lo que uno siente bien. Uno es un criminal
Pasando, Creo que es necio creer que una buena acción sería erradicar eso por tan sólo pensar que de ese modo se evita que se expanda ese veneno. Combatir fuego con fuego. No es una idea original, incluso hasta el sociedades tan antiguas era un hábito común. Ver una rata y matarla o arremeter contra ella, no es nuevo. Pero el que decide quién es aquella rata es el que si se va modernizando. Desde lejanos como musulmanes en época de Cruzadas, un judío en la Alemania nazi, o ejemplos más cercanos, como peronistas bajo un supuesto gobierno libertador,  los subversivos de Videla.
" Piensen cuánto peor es para la sociedad que ese individuo siga destilando su veneno y que en vez de eliminarlo se quiera contrarrestar su acción recurriendo anónimos, maledicencia y otras bajezas semejantes. " Puede que los verdaderos criminales, los más horribles y truculentos, sean aquellos que soberbios se cubren bajo una manta de supuesta justicia o igualdad.
Ahora, ya casi las cinco de la mañana, en una noche indiferente o al menos quiero que así sea. Siendo tan ligeramente oscura, un medio verano no me deja dormir. Tranquilo en mi cama, estoy intranquilo. Hay mucho ruido en la oscuridad, tanto que leer dos páginas es un desafío. (Las primeras dos páginas)

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5:27 de la mañana del sábado 19 de Noviembre:
El ruido de los insufribles pájaros, me retumba la cabeza. En este momento, intriga el hecho de que crean que cantan. Incluso si sonaran con el más melodioso sonido, a esta hora solo me parecen alaridos. Probablemente, sea relativo. Tal y como es la mayoría de las cosas de este mundo, y que quien le dé es quien la ve.
Es temprano y creo que habré dormido tan sólo unas pocas horas, como es de costumbre.
Siempre me pregunté cómo es tan sospechosamente intensa la capacidad velada y fuerza de la costumbre, naturalizado inconscientemente. Es difícil llegar a tener un control físico consciente al estilo Foucault, pero increíblemente uno logra algo de ese nivel sin verlo.
Aunque hay límites, siempre los hay. Alejarse es imposible por estar en sociedad en un contexto.
Sin embargo se puede ir de a momentos.
Caminar por un puente cegado, quizás esa es la vida. Caminar sin respuesta. Y al final la luz se da, y la manta se cae
A esta hora me pregunto, porqué me despierto cada día. Cuál es la razón que me encadena a esta vida. Y porqué ha de ser el universo tan irónico, que cuando más puedo descansar me despierto más temprano sin razón. O que los días que más cansado estoy son los que debería estar descansado.
Tal vez uno sigue por el simple hecho de seguir, continuar algo por inercia. O porque superar el instinto de supervivencia es algo que necesita mucho valor.
Puede que el hecho de seguir sea inconsciente, y que se supere la trágica idea de que la vida no tiene sentido de un modo banal. Buscando los placeres, y disfrutando epicuramente de ellos. Quizás por eso perseguimos cosas como el amor. Tal vez la búsqueda darle un sentido a la vida esté en cada cosa que hagamos. Hasta incluso en la sonrisa o una palabra de otro. Puede que busquemos ese amor propio por fuera. Y de ser posible con aquella persona, aquella que es la única que se verdad comprende la verdad de uno. Tal vez de ese modo, nos encontramos a nosotros mismos; en otros.

*Los recuerdos, las nimiedades, los miedos revoloteaban y no dejaban ni siquiera hacer algo tan simple como continuar una novela y terminando dejándola días de lado porque me cuesta leer durante esta época de “preocupaciones” y cosas pendientes.  No recuerdo si lo hice mientras leía o si lo hice instantáneamente después. Aquí creo haber leído hasta la página 26 porque me quedé dormido *
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El acaramelado color del apagar del sol, el atardecer, entra tiñiendo toda mi habitación. Casi son las 7 de la tarde, hoy todavía sábado.
Recuerdo algo de las últimas página que leí, el nivel se ajetreo se fusionaba con la falta de sueño, o más bien la falta de horas de dormir (sueño hay, aunque se aparece en los momentos menos oportunos), pero la recuerdo; y en ella una viva imagen mía me hace remontar. Una que cualquiera podría tener. Porque estoy seguro que todos en algún momento pensaron a fondo cada posibilidad de que suceda algo. La mente va a años luz mientras el cuerpo está inmóvil, uno vive vidas sin moverse.  Me remite a esta célebre frase "El cobarde muere mil veces, el valiente sólo una". En cierto punto, el razonar es una defensa del humano ante la esperanza o la incertidumbre. Lo veo como si fuera un posible accionar preconsciente que motiva a buscar, pensar, la probabilidad que encaje en los deseos de uno y sea reconfortante. Así uno está en el margen, al borde del hilo de búsqueda infinita o pensar perjudicial. Probablemente sea difícil buscar balance, porque es siempre pensar cansa y te puede dejar abatido. Suele ser común la inescrutable habilidad del humano a darse una ilusiones y tener expectativas quimeras. Posiblemente, se viva una sola ilusión a la vez, la que se dice realidad.
El universo es amigablemente inmutable, aunque uno tenga la capacidad de mover algo eso tan solo va a ser en un orden chico, no va inferir nada en la gran magnitud del universo.
Lleva a esta conclusión de lo que uno hace es absurdo, incluso el férreo y aciago esfuerzo no sirve.

*Llegué a leer hasta la página 36, donde Juan pablo está abatido tras su intento de poder dar comunión de sus sentimientos en su primer encuentro*

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Al día siguiente, recuerdo sobre aquella lectura. Ahora todo se basa en búsquedas, aunque tal vez siempre lo fue. Una de las más corrientes, trilladas para mí, ha de ser la del supuesto amor. Aquel sentimiento “platónico”, idealista, y su paralela búsqueda de encontrarlo en otra persona. No digo que no exista. Me asombra cómo se introduce como desasosiego y emoción hambrienta. Cual exaltación de un inexperto joven que con ilusión de marinero, emprende su primera aventura.
Sin embargo, esas apócrifas sensaciones carecen de un sentido que preceda al que uno le dá. “En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.”
Las trivialidades, esas pequeñeces que generan inseguridad “frenan” y entorpecen. Preguntas bochornosas, hasta infantiles como ¿Realmente me ama como yo a ella?, son de la propia persecución, sombras que aparecen. Creo que una persona no es solo de uno, y es estúpido pensar eso.
Todo ese autodesgaste, un infausto acosamiento y cuestionamiento, tornan un poco más tormentosa y desafiante el camino. Un camino que a veces es tan molesto que dan ganas de abandonar

*Recuerdo haber continuado la lectura desde la página 34 a la 77 aproximadamente *


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Mismo día, más bien el día posterior pero yo lo siento como el mismo; 2:33 am:
Insoportable, como es de costumbre estas horas empiezo a estar más activo. Precisamente en el momentos que quiero descansar, la mente, la inquilina, no deja de hablar. Probablemente desprecie mi actitud, o mi costumbre, debido a que dentro de unas horas tengo un exámen de historia. Los minutos se hacen plausiblemente largos, pero a su vez siento la inquietud latente que me produce la incertidumbre.
Aquella inquietud no me deja concentrarme. Y, aunque esté en la oscuridad más calma, los pensamientos surgen y forman un sutil pandemonio. Al notar lo frustración en potencia, me decidí por leer. Sin embargo, tras varios intentos la reflexión ganaba. A lo sumo 30 páginas como mucho logré leer.
Tal vez, la idealización, sin dudas, me intriga. De modo que hay días que la cuestiono y otros que la sigo. Puede que eso no sea lo que más me intranquilice. La obsesión por las ideas que supuestamente "frustran" el deseo de uno, aquellas sombras en lo más anhelado, son las que persiguen y molestan. Por eso mismo, verlas de un modo ajeno son repulsivas pero también condolientes. Y es posible que la mayor parte de estas sean causa del miedo. Miedo, ilusión y expectativas; peores enemigos. ¿Uno lucha contra ellos o lucha con ellos para destruirse a uno mismo?
Esa oscuridad, caótica, inestable y caprichosa; mancha con su veneno a quien está a su alrededor. Cualquiera que tenga existencia a su alrededor. Las sombras, apuñalan esa oscuridad y la ponen más feroz y destructiva.
Dentro de esa obsesión, la mirada maniática sólo aprecia y ve lo que quiere ver(no lo que desea, lo que quiere ver). Todo lo demás, todo lo no inherente, no importa porque sólo es una pérdida de tiempo incómoda y superficial.

*La lectura la solté en la página 106, Juan Pablo frente a Mimí y Hunter, soportando su frívola conversación*
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Lunes 21 de noviembre, diez y media de la noche:
Terminé un libro, tal y como se cierra una historia, se cierra un ciclo. Como se acaba una vida. La presencia ya no está, por lo menos físicamente, el recuerdo sigue estando y estará probablemente debido a la existencia tan indefinida de las ideas (quizás atemporales como creía Platón). Sea como sea, incluso aunque se deseé lo contrario la influencia siempre está, la misma existencia ya es un hecho considerable que mueve hilos incluso siendo esta pasiva(pero siendo existencia en sí). No obstante, uno mismo puede ser aquel que le dé la existencia, teniendo en cuenta que la vida puede ser tan sólo una percepción, una sensación, una simulación en la que uno actúa. “¿Qué importaba esa mujer? Pero no podía dejar de pensar que había existido un instante para mí y que nunca más volvería a existir; desde mi punto de vista era como si ya se hubiera muerto: un pequeño retraso del tren, un llamado desde el interior del rancho, y esa mujer no habría existido nunca en mi vida.”
¿Qué es la vida? ¿Por qué darle fin a la existencia puede llegar a ser tan reconfortante? ¿Es necesario seguir en esta búsqueda, este camino “eterno” y miserable? ¿Hasta qué punto uno es libre de hacer lo que crea justo para su bienestar?
La existencia de un individuo a de ser insignificante, una tontería frente al gran universo, y solo tenga el sentido que uno busca darle.
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