El libro que elegí para realizar mi diario de
lectura es “Los Pichiciegos” de Fogwil, porque trata sobre la Guerra de
Malvinas.
Para poder obtenerlo me dispuse a recorrer
distintas librerías, ya que en formato libro me parecía mucho mejor que en una simple
fotocopia.
Mis padres en el año 1982 durante la guerra
cursaban la primaria y me contaron que mis abuelos donaron muchas cosas para
los soldados que estaban allí luchando. Además, muchos chicos que fueron a la
Islas Malvinas eran muy jóvenes y sin experiencia para manipular un arma. También
que el gobierno militar transmitía falsa información al pueblo, a través de los
medios de comunicación.
Las expectativas que tengo es poder aprender
cosas que no sé o nunca se dijeron, que la lectura sea fluida, que en ningún
momento me aburra, al contrario, que me entusiasme a continuar con la lectura.
También me gustaría a medida que voy leyendo poder involucrarme en la novela,
remontarme en esa época, formar parte de los pichis ya que la mayoría sólo
tenía dos o tres años más que yo.
Espero que me guste para que la pueda
recomendar.
Los pichis-desertores
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Primera parte
Capítulo 1 y 2
Es miércoles por la tarde, sentado en el
sillón, tranquilo sin que nadie me moleste, decidí comenzar la lectura.
La historia comienza hablando sobre la nieve,
pero no de la nieve blanca que todos conocemos, sino que allí era amarilla.
“Pero esa nieve ahí, amarilla, no caía:
corría horizontal por el viento, se pegaba a las cosas, se arrastraba después
por el suelo y entre los pastos para chupar el polvillo de la tierra; se hacía
marrón, se volvía barro. Y a eso llamaba nieve cuando decían que los accesos
tenían nieve. Nieve: barro pesado, helado, frío y pegajoso”.
Que feo vivir como los soldados atrincherados
en la oscuridad, y lo que solo veían era la lucecita colorada de los
cigarrillos.
Ingenioso como cambian el significado de las
palabras:
una seca = una pitada
helados= muertos
fríos = heridos
Debajo de todo, se hallaba el almacén y
estaba Pipo Pescador, que era el encargado de controlar las provisiones, vivía
desnudo por el calor de la estufa del almacén.
Como me hubiera gustado estar allí para presenciar
esas discusiones que se armaban entre los de arriba y de abajo. Los que mandaban
eran los Reyes Magos, hablaban de todos los asuntos y no se los podía
cuestionar. El Sargento los creó, al principio eran cinco pero él y Viterbo
murieron desbarrancados por oficiales de la Marina y quedaron cuatro Quiquito, el Gallo, el Turco y el Ingeniero.
Mandaron a construir una nueva trinchera en el cerro la que luego sería la
pichicera.
Me parece que se llaman Reyes Magos porque
consiguen mercadería para sobrevivir, pero no creo que sean tan buenos como los
que conocemos de chico.
Dentro de los personajes aparece un tal
Rabione, Luciani (porteño), también había formoseños, bahienses, sanjuaninos,
santiagueños, uruguayos.
¿Qué será un
pichiciego?, el santiagueño tenía ganas de comer uno.
“– El pichi es un
bicho que vive abajo de la tierra. Hace cuevas. Tiene cáscara dura -un caparazón- y no ve. Anda de noche. Vos lo
agarras, lo das vuelta, y nunca sabe enderezarse, se queda pataleando panza
arriba. ¡Es más rico que la vizcacha!.”
Jamás había
escuchado sobre ese animal me lo imagino parecido a una mulita.
Muy buena idea
tuvieron los soldados de llamarse pichiciegos a partir de la explicación que
dio sobre el bicho.
Afuera se sabía de
los pichis y al Turco no le gustaba. Al final del capítulo dos me di cuenta que
intercambiaban información con los ingleses a cambio de mercadería. Pero
pasaban información falsa respecto de las minas.
“Porque si siguen
explotando ovejas quiere decir que el mapa de las minas que les pasamos estaba
mal…”
Realmente no me
molesta que sean desertores, me imagino el miedo que tendrían.
El vocabulario que utiliza el autor durante
la novela es característico de cada provincia, en diálogos o discusiones y
utiliza unas metáforas muy buenas al menos para mí.
Página 32
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Cápitulo 3 y 4
Aparece un chico
llamado Galtieri ¿Será pariente de Galtieri?, quería ir con el Turco y Quiquito
a ver a los ingleses pero el Turco no lo dejó ir.
Galtieri: Fue un
militar y dictador argentino. Presidente
de facto de la Argentina entre 1981 y 1982.
No me quiero
imaginar el olor que habría en la pichicera cuando todos estaban con diarrea
por el agua y tomaban pastillas negras. Los Reyes les prohibieron a los pichis
que hicieran sus necesidades adentro porque no había polvo químico, el que
hacía adentro lo hacían pelear que quería decir matarlos y todos obedecían.
¿Qué será el polvo químico? veré si más
adelante lo dice.
Fueron a ver a los
ingleses y estos le convidaron café y unas pastillas que ellos suelen tomar
para pelear, al tomarlas daban ganas de caminar, sensación de calor y los
brazos se ponían más firmes y descansados. Será por eso que nos ganaron o
tendrían más que nosotros. Les ofrecieron pilas a cambio de información.
Había alarma de
aviones, pasaban los Harrier y bombardearon.
Harrier: es un
avión a reacción militar de diseño británico capaz de realizar despegues y
aterrizajes verticales cortos.
Los pichis se preguntaban
¿a cuántos habrán matado? y uno comentó y Videla mató como quince mil.
Videla: Fue un militar y dictador argentino,
presidente de facto de la Argentina por una junta militar. Fue juzgado y
condenado a cadena perpetua por
numerosos crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
Página 55
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Capítulo 5, 6, 7 y 8
¿Qué harían los ingleses con Galtieri, Manzi
y el marino?. Para los Reyes eran los peores pichis, no servían, sobraban y el
Turco los iba a entregar.
García y el Turco
fueron de los británicos con los pichis que no servían y los dejaron como
garantía, ¿cómo garantía de qué?, los otros pichis se lo creyeron, total
estaban contentos porque habían traído pilas, cigarrillos y por eso tuvieron
que agrandar el almacén.
Pensé que los que
mandaban eran más grandes, el Turco tiene 19 años, dos más que yo, le dicen Turco
pero es hijo de libanés y es de Gualeguay.
Que feo caer preso
de los británicos ya que daba miedo porque decían que te garchaban.
Que fea manera de
sacar información a los presos que tenían los ingleses, con picanas eléctricas
portátiles. García y el Ingeniero se habían enterado de esto cuando fueron al
campamento inglés y hablaron con algunos presos. García ese día había traído
con el diario muchas fotos de los oficiales rendidos tomando té con los
capitanes de los barcos de la flota británica. Los ingleses, como no podía ser
de otra manera, le pidieron a García que las repartiera entre los de la
Intendencia para apurar la rendición, estuvo bueno que los pichis decidieran
quemarlas.
Pobres pichis,
hablaban de lo que querían hacer: culear, dormir, bañarse, estar en casa, comer
bien, ver a los viejos.
Por lo menos consiguieron
dos radios y escuchaban música, lo malo es que los Reyes les prohibieron cantar.
Los Reyes no
creían en Dios. El Ingeniero era evangelista. Entre los pichis nadie rezaba.
Estoy de acuerdo
con el Turco y los Reyes de que Pugliese se había vuelto loco porque una noche
volviendo con Acosta de la Intendencia había visto a dos monjas, hablaban casi
como argentinas pero con acento francés. A la noche siguiente Viterbo y García
salieron y las vieron, se lo dijeron al Turco:
“-Aparecieron de repente, del aire, de esa
neblinita que flota del suelo cuando se para el viento, nacieron.”
Evidentemente la
guerra les afectó.
Al final del
capítulo aparecen datos del narrador:
“- ¿Y vos,
Quiquito, creés que yo creo esto que me contás?
- Le pregunté.
- Vos anotalo que
para eso servís. Anotá, pensá bien, después sacá tus conclusiones – Me dijo. Y
yo seguí anotando.”
¿Será Quiquito el
narrador de los hechos?
Los británicos
transmitieron algo sobre las monjas y nadie pudo oír bien. Cómo puede ser que
les tuvieran más miedo a las monjas que a los británicos, es de no creer. Los
pichis fueron hablando menos del tema y hablaban sobre religiones y escuchaban
al tucumano las historias de vampiros y de los hombres tigre, que según él,
aparecían de noche por las sierras de Famaillá.
Famaillá: se
encuentra a 30km al sur de San Miguel de Tucumán.
Página 83.
Segunda parte
Capítulo 1 y 2
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En el capítulo 1
aparece lo que es el polvo químico.
“Con polvo químico y piso de tierra, caga uno,
cagan dos, tres, cuatro o cinco y la mierda se seca, no suelta olor, se
apelotona y se comprime y al día siguiente se la puede sacar con las manos, sin
asco, como si fuera piedra, o cagada de pájaros”.
No conseguían ni
un tarro de polvo químico. Pero por suerte todos se curaron de la diarrea.
Diéguez fue muy
valiente al salvar al Turco, de ser asesinado por una patrulla, pero como dice
el refrán favor con favor se paga. Tuvieron la mala suerte que mientras se
escapaban una granada explotó y al Turco lo tiró por el aire y Diéguez quedó
mal herido con la cara ensangrentada y la espalda rota, el Turco como
agradecimiento lo llevó hasta la pichiciera para no dejarlo morir.
Me pareció muy
triste que la vida de Diéguez no significara nada y que fuera un alivio para
sus compañeros que se muera para no tener que escuchar sus quejas de dolor.
Aparece otro dato
del narrador:
“- Pero decime: ¿vos creés lo que te cuento o
no?- quería saber.
-Yo anoto. Creer o
no creer no es lo importante ahora – sugerí.
- Claro- dijo él-,
a vos lo único que te calienta es anotar.
- Sí –Reconocí-,
anotar y saber.
Habla de dos tipos
de miedo, el miedo a algo concreto, y el miedo al miedo es el que siempre llevás
encima y es difícil sacárselo.
Página 95.
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Capítulo 3,4 y 5
Aparecieron
nuestros aviones, los Pucará, eran muchos primero uno, después dos, después
cuatro, ocho, dieciséis y muchos más formando una “ve” gigante, que no
sirvieron para nada porque fueron derribados.
Pucará: Es un
avión bimotor turbohélice de construcción Argentina.
Que bronca
tendrían los pichis de tener que aceptar a dos ingleses en la pichicera para
colocar su estación de radio, porque si no lo hacían los podían bombardear,
sabían dónde estaban o denunciarlos con los argentinos.
Bien ahí por uno
de los pichis que empujó a un inglés desde la cornisa a la nieve y lo mató,
pensé que iban a matar al pichi que lo hizo, pero mandaron a otro inglés, el
paracaidista.
Me pareció muy repugnante
cuando ese nuevo inglés, el paracaidista se coge a Manuel. “Montarse a un tipo
sucio como un pichi, era algo repugnante para cualquiera: nada más a un inglés
se le podía ocurrir tanta asquerosidad”.
Cuanto más leo más
bronca me genera, estas personas tenían tan solo unos años más que yo, no
sabían pelear y no estaban preparados para una guerra. Tuvieron que madurar
rápidamente para enfrentarse a esa
realidad.
En el capítulo 5,
me di cuenta que Galtieri, no tiene nada que ver con el expresidente de facto,
sino que lo llamaban así porque era muy boludo y creía que íbamos a ganar la
guerra.
En este capítulo,
se empieza a ver el final de la guerra, ya que muchos soldados argentinos
deciden rendirse y entregarse a los ingleses.
Qué triste imagen
la de ver caminar en fila a los rendidos y entre ellos a suboficiales y
oficiales disfrazados de conscriptos. Algunos pichis también se rindieron, y
otros fueron fusilados por la patrulla, por desertores.
Conscripto:
soldado, recluta.
Lo curioso es que
mientras ocurría todo esto, en la Argentina por la radio se seguía diciendo que
estábamos ganando. Esto hace referencia de cómo el gobierno militar manipulaba
los medios de comunicación con información falsa, nos hacía creer que estábamos
ganando, cuando en realidad sucedía lo contrario y el final era inminente.
Me generó mucha
bronca y odio al saber cómo los ingleses festejaban ya que estaban ganando.
Página 125.
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Capítulo 6, 7 y 8
En el capítulo 6,
me sorprendió lo solo y aburrido que estaría el sanjuanino para adoptar como
mascota una “culebra”, a la cual le hablaba como si fuera un hijo.
Se acerca el
final, los pichis están muy deteriorados. La guerra ya había terminado.
Me parece
miserable la actitud de los ingleses ante algunos de los argentinos que se
rendían y eran asesinados.
Qué triste final
tuvieron los pichis, pensé que se salvaban, pero por culpa del tiraje de la
estufa, que había sido tapada por la nieve y el cable de antena de los
británicos, el gas los mató a todos menos a Quiquito que esa mañana había
salido. Por otro lado, pienso que no habrán sufrido ya que encontraron la
muerte durmiendo. Aunque tal vez hubieran sido asesinados por los argentinos,
por haberlos traicionado.
Al terminar el
libro, corroboré que el narrador es Quiquito, ya que fue el único sobreviviente
de la pichicera.
Terminé de leer el
libro.
Reflexión:
Me llamó la
atención que antes de leer el libro pensaba que iba a tratar temas específicos
de la guerra y me encontré que trataba más sobre la vida de los pichis. Me
sorprendió que en lugar de ser dramático, tenía momentos de humor.
Quedé satisfecho
con la lectura, no me aburrió en ningún momento. Logré involucrarme con el
libro. Aprendí de la existencia de los pichiciegos y lo que era un pichiciego,
se me vinieron imágenes de cómo vivían y de cómo eran.
Me queda la duda
de que habrá pasado con los pichis que quedaron en garantía con los ingleses y
de porque se llegó a la guerra.
Es un libro
recomendable ya que la lectura es fluida y permite volar la imaginación.
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