miércoles, 23 de noviembre de 2016

Diario de lectura de Los Pichiciegos - Iván Valarega

El libro que elegí para realizar mi diario de lectura es “Los Pichiciegos” de Fogwil, porque trata sobre la Guerra de Malvinas.
Para poder obtenerlo me dispuse a recorrer distintas librerías, ya que en formato libro me parecía mucho mejor que en una simple fotocopia.
Mis padres en el año 1982 durante la guerra cursaban la primaria y me contaron que mis abuelos donaron muchas cosas para los soldados que estaban allí luchando. Además, muchos chicos que fueron a la Islas Malvinas eran muy jóvenes y sin experiencia para manipular un arma. También que el gobierno militar transmitía falsa información al pueblo, a través de los medios de comunicación.
Las expectativas que tengo es poder aprender cosas que no sé o nunca se dijeron, que la lectura sea fluida, que en ningún momento me aburra, al contrario, que me entusiasme a continuar con la lectura. También me gustaría a medida que voy leyendo poder involucrarme en la novela, remontarme en esa época, formar parte de los pichis ya que la mayoría sólo tenía dos o tres años más que yo.
Espero que me guste para que la pueda recomendar.

Los pichis-desertores


16/11
Primera parte
Capítulo 1 y 2
Es miércoles por la tarde, sentado en el sillón, tranquilo sin que nadie me moleste, decidí comenzar la lectura.
La historia comienza hablando sobre la nieve, pero no de la nieve blanca que todos conocemos, sino que allí era amarilla.
“Pero esa nieve ahí, amarilla, no caía: corría horizontal por el viento, se pegaba a las cosas, se arrastraba después por el suelo y entre los pastos para chupar el polvillo de la tierra; se hacía marrón, se volvía barro. Y a eso llamaba nieve cuando decían que los accesos tenían nieve. Nieve: barro pesado, helado, frío y pegajoso”.
Que feo vivir como los soldados atrincherados en la oscuridad, y lo que solo veían era la lucecita colorada de los cigarrillos.
Ingenioso como cambian el significado de las palabras:
una seca = una pitada
helados= muertos
fríos = heridos
Debajo de todo, se hallaba el almacén y estaba Pipo Pescador, que era el encargado de controlar las provisiones, vivía desnudo por el calor de la estufa del almacén.
Como me hubiera gustado estar allí para presenciar esas discusiones que se armaban entre los de arriba y de abajo. Los que mandaban eran los Reyes Magos, hablaban de todos los asuntos y no se los podía cuestionar. El Sargento los creó, al principio eran cinco pero él y Viterbo murieron desbarrancados por oficiales de la Marina y quedaron cuatro  Quiquito, el Gallo, el Turco y el Ingeniero. Mandaron a construir una nueva trinchera en el cerro la que luego sería la pichicera.
Me parece que se llaman Reyes Magos porque consiguen mercadería para sobrevivir, pero no creo que sean tan buenos como los que conocemos de chico.
Dentro de los personajes aparece un tal Rabione, Luciani (porteño), también había formoseños, bahienses, sanjuaninos, santiagueños, uruguayos.
¿Qué será un pichiciego?, el santiagueño tenía ganas de comer uno.
“– El pichi es un bicho que vive abajo de la tierra. Hace cuevas. Tiene cáscara dura  -un caparazón- y no ve. Anda de noche. Vos lo agarras, lo das vuelta, y nunca sabe enderezarse, se queda pataleando panza arriba. ¡Es más rico que la vizcacha!.”
Jamás había escuchado sobre ese animal me lo imagino parecido a una mulita.
Muy buena idea tuvieron los soldados de llamarse pichiciegos a partir de la explicación que dio sobre el bicho.
Afuera se sabía de los pichis y al Turco no le gustaba. Al final del capítulo dos me di cuenta que intercambiaban información con los ingleses a cambio de mercadería. Pero pasaban información falsa respecto de las minas.
“Porque si siguen explotando ovejas quiere decir que el mapa de las minas que les pasamos estaba mal…”
Realmente no me molesta que sean desertores, me imagino el miedo que tendrían.
El vocabulario que utiliza el autor durante la novela es característico de cada provincia, en diálogos o discusiones y utiliza unas metáforas muy buenas al menos para mí.
Página 32

17/11
Cápitulo 3 y 4
Aparece un chico llamado Galtieri ¿Será pariente de Galtieri?, quería ir con el Turco y Quiquito a ver a los ingleses pero el Turco no lo dejó ir.
Galtieri: Fue un militar y dictador argentino. Presidente  de facto de la Argentina entre 1981 y 1982.
No me quiero imaginar el olor que habría en la pichicera cuando todos estaban con diarrea por el agua y tomaban pastillas negras. Los Reyes les prohibieron a los pichis que hicieran sus necesidades adentro porque no había polvo químico, el que hacía adentro lo hacían pelear que quería decir matarlos y todos obedecían.
 ¿Qué será el polvo químico? veré si más adelante lo dice.
Fueron a ver a los ingleses y estos le convidaron café y unas pastillas que ellos suelen tomar para pelear, al tomarlas daban ganas de caminar, sensación de calor y los brazos se ponían más firmes y descansados. Será por eso que nos ganaron o tendrían más que nosotros. Les ofrecieron pilas a cambio de información.
Había alarma de aviones, pasaban los Harrier y bombardearon.
Harrier: es un avión a reacción militar de diseño británico capaz de realizar despegues y aterrizajes verticales cortos.
Los pichis se preguntaban ¿a cuántos habrán matado? y uno comentó y Videla mató como quince mil.
Videla: Fue un militar y dictador argentino, presidente de facto de la Argentina por una junta militar. Fue juzgado y condenado a cadena perpetua por numerosos crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
Página 55

18/11
Capítulo 5, 6, 7 y 8
¿Qué harían los ingleses con Galtieri, Manzi y el marino?. Para los Reyes eran los peores pichis, no servían, sobraban y el Turco los iba a entregar.
García y el Turco fueron de los británicos con los pichis que no servían y los dejaron como garantía, ¿cómo garantía de qué?, los otros pichis se lo creyeron, total estaban contentos porque habían traído pilas, cigarrillos y por eso tuvieron que agrandar el almacén.
Pensé que los que mandaban eran más grandes, el Turco tiene 19 años, dos más que yo, le dicen Turco pero es hijo de libanés y es de Gualeguay.
Que feo caer preso de los británicos ya que daba miedo porque decían que te garchaban.
Que fea manera de sacar información a los presos que tenían los ingleses, con picanas eléctricas portátiles. García y el Ingeniero se habían enterado de esto cuando fueron al campamento inglés y hablaron con algunos presos. García ese día había traído con el diario muchas fotos de los oficiales rendidos tomando té con los capitanes de los barcos de la flota británica. Los ingleses, como no podía ser de otra manera, le pidieron a García que las repartiera entre los de la Intendencia para apurar la rendición, estuvo bueno que los pichis decidieran quemarlas.
Pobres pichis, hablaban de lo que querían hacer: culear, dormir, bañarse, estar en casa, comer bien, ver a los viejos.
Por lo menos consiguieron dos radios y escuchaban música, lo malo es que  los Reyes les prohibieron cantar.
Los Reyes no creían en Dios. El Ingeniero era evangelista. Entre los pichis nadie rezaba.
Estoy de acuerdo con el Turco y los Reyes de que Pugliese se había vuelto loco porque una noche volviendo con Acosta de la Intendencia había visto a dos monjas, hablaban casi como argentinas pero con acento francés. A la noche siguiente Viterbo y García salieron y las vieron, se lo dijeron al Turco:
 “-Aparecieron de repente, del aire, de esa neblinita que flota del suelo cuando se para el viento, nacieron.”
Evidentemente la guerra les afectó.
Al final del capítulo aparecen datos del narrador:
“- ¿Y vos, Quiquito, creés que yo creo esto que me contás?
- Le pregunté.
- Vos anotalo que para eso servís. Anotá, pensá bien, después sacá tus conclusiones – Me dijo. Y yo seguí anotando.”
¿Será Quiquito el narrador de los hechos?
Los británicos transmitieron algo sobre las monjas y nadie pudo oír bien. Cómo puede ser que les tuvieran más miedo a las monjas que a los británicos, es de no creer. Los pichis fueron hablando menos del tema y hablaban sobre religiones y escuchaban al tucumano las historias de vampiros y de los hombres tigre, que según él, aparecían de noche por las sierras de Famaillá.
Famaillá: se encuentra a 30km al sur de San Miguel de Tucumán.
Página 83.

Segunda parte
Capítulo 1 y 2
19/11
En el capítulo 1 aparece lo que es el polvo químico.
 “Con polvo químico y piso de tierra, caga uno, cagan dos, tres, cuatro o cinco y la mierda se seca, no suelta olor, se apelotona y se comprime y al día siguiente se la puede sacar con las manos, sin asco, como si fuera piedra, o cagada de pájaros”.
No conseguían ni un tarro de polvo químico. Pero por suerte todos se curaron de la diarrea.
Diéguez fue muy valiente al salvar al Turco, de ser asesinado por una patrulla, pero como dice el refrán favor con favor se paga. Tuvieron la mala suerte que mientras se escapaban una granada explotó y al Turco lo tiró por el aire y Diéguez quedó mal herido con la cara ensangrentada y la espalda rota, el Turco como agradecimiento lo llevó hasta la pichiciera para no dejarlo morir.
Me pareció muy triste que la vida de Diéguez no significara nada y que fuera un alivio para sus compañeros que se muera para no tener que escuchar sus quejas de dolor.
Aparece otro dato del narrador:
 “- Pero decime: ¿vos creés lo que te cuento o no?- quería saber.
-Yo anoto. Creer o no creer no es lo importante ahora – sugerí.
- Claro- dijo él-, a vos lo único que te calienta es anotar.
- Sí –Reconocí-, anotar y saber.
Habla de dos tipos de miedo, el miedo a algo concreto, y el miedo al miedo es el que siempre llevás encima y es difícil sacárselo.
Página 95.

20/11
Capítulo 3,4 y 5
Aparecieron nuestros aviones, los Pucará, eran muchos primero uno, después dos, después cuatro, ocho, dieciséis y muchos más formando una “ve” gigante, que no sirvieron para nada porque fueron derribados.
Pucará: Es un avión bimotor turbohélice de construcción Argentina.
Que bronca tendrían los pichis de tener que aceptar a dos ingleses en la pichicera para colocar su estación de radio, porque si no lo hacían los podían bombardear, sabían dónde estaban o denunciarlos con los argentinos.
Bien ahí por uno de los pichis que empujó a un inglés desde la cornisa a la nieve y lo mató, pensé que iban a matar al pichi que lo hizo, pero mandaron a otro inglés, el paracaidista.
Me pareció muy repugnante cuando ese nuevo inglés, el paracaidista se coge a Manuel. “Montarse a un tipo sucio como un pichi, era algo repugnante para cualquiera: nada más a un inglés se le podía ocurrir tanta asquerosidad”.
Cuanto más leo más bronca me genera, estas personas tenían tan solo unos años más que yo, no sabían pelear y no estaban preparados para una guerra. Tuvieron que madurar rápidamente  para enfrentarse a esa realidad.
En el capítulo 5, me di cuenta que Galtieri, no tiene nada que ver con el expresidente de facto, sino que lo llamaban así porque era muy boludo y creía que íbamos a ganar la guerra.
En este capítulo, se empieza a ver el final de la guerra, ya que muchos soldados argentinos deciden rendirse y entregarse a los ingleses. 
Qué triste imagen la de ver caminar en fila a los rendidos y entre ellos a suboficiales y oficiales disfrazados de conscriptos. Algunos pichis también se rindieron, y otros fueron fusilados por la patrulla, por desertores.
Conscripto: soldado, recluta.
Lo curioso es que mientras ocurría todo esto, en la Argentina por la radio se seguía diciendo que estábamos ganando. Esto hace referencia de cómo el gobierno militar manipulaba los medios de comunicación con información falsa, nos hacía creer que estábamos ganando, cuando en realidad sucedía lo contrario y el final era inminente.
Me generó mucha bronca y odio al saber cómo los ingleses festejaban ya que estaban ganando.
Página 125.

21/11
Capítulo 6, 7 y 8
En el capítulo 6, me sorprendió lo solo y aburrido que estaría el sanjuanino para adoptar como mascota una “culebra”, a la cual le hablaba como si fuera un hijo.
Se acerca el final, los pichis están muy deteriorados. La guerra ya había terminado.
Me parece miserable la actitud de los ingleses ante algunos de los argentinos que se rendían y eran asesinados.
Qué triste final tuvieron los pichis, pensé que se salvaban, pero por culpa del tiraje de la estufa, que había sido tapada por la nieve y el cable de antena de los británicos, el gas los mató a todos menos a Quiquito que esa mañana había salido. Por otro lado, pienso que no habrán sufrido ya que encontraron la muerte durmiendo. Aunque tal vez hubieran sido asesinados por los argentinos, por haberlos traicionado.
Al terminar el libro, corroboré que el narrador es Quiquito, ya que fue el único sobreviviente de la pichicera.
Terminé de leer el libro.

Reflexión:
Me llamó la atención que antes de leer el libro pensaba que iba a tratar temas específicos de la guerra y me encontré que trataba más sobre la vida de los pichis. Me sorprendió que en lugar de ser dramático, tenía momentos de humor.
Quedé satisfecho con la lectura, no me aburrió en ningún momento. Logré involucrarme con el libro. Aprendí de la existencia de los pichiciegos y lo que era un pichiciego, se me vinieron imágenes de cómo vivían y de cómo eran.
Me queda la duda de que habrá pasado con los pichis que quedaron en garantía con los ingleses y de porque se llegó a la guerra.

Es un libro recomendable ya que la lectura es fluida y permite volar la imaginación.

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