PRÓLOGO
Los días tranquilos
La igualdad
El olor a
vacaciones
O a torta recién
hecha.
Rebosar los
pies en playas de harina
Y ahogar los
pelos en aguas de cristal
Entrelazar dedos
con el pasto
Dejar que
las hormigas te caminen por las piernas
Cada tanto desenredar
una sonrisa.
¿y ustedes
se siguen preguntando qué es la poesía?
Nada más
libre
Que un
avioncito de papel
Surcando los
cielos
Sin destino.
Atrincherado
vio chaparrones
Chasqueando en
los coches,
Una chica de
zapatos charolados
Chocando charcos.
Unos chicos
chupando chicles,
Otros haciendo
chistes
Todos siendo
acechados
Por la
lluvia.
A la luz de
la luna
Se miran a los ojos
Solo por un segundo
Y ahí ambos lo saben
Él va a volver a su casa
Con las manos vacías
Y ella va a seguir viviendo
Escapando de los cazadores
Levantando la vista al borde de la muerte
Son seis las manos sudorosas
Que rasgan cueros intrépidos
Guardando suvenires bajo sus uñas
Nada más
tóxico
Que el
perfume de un amante en la oscuridad
Debajo de la
almohada
Inundando la
cocina
Celando a
las especias.
El perfume
de un amante en la oscuridad
Un amante
que ya no está
¿Querés
saber a qué huele?
A veneno.
Se retuerce
en la cama,
Queriendo
escapar de sus pesadillas
Cae sobre
yuyos secos,
Enmarañado de
arañas
Que lo
muerden sin despertarlo.
La temible
boa se aproxima cada vez más
Para abrazarlo
y darle todo su amor,
Para que no
despierte,
Y se quede
con ella
Para siempre.
Un malabarista
ocupa el centro del escenario
Atrae la
atención de su público
Que lo
alienta incesante
E ignora al león
de fondo
Que, al
igual que el malabarista,
Solo ruge
cuando se prenden las luces
Y se calla
cuando estas se apagan
Todas las
personas
Que se meten
en largas filas
Que interrumpen
Que implantan
sus bocinas
En lo más
hondo de tu cerebro
Que sobrepasan
Queriendo degradar
Esperando que
te muevas
Sin ellos
haberse movido nunca.
Todos,
todos, absolutamente todos
Necesitan un
mini-Copérnico
Que les
repita todo el día
Que no son
el centro del mundo
Encontré una
llave dorada
Cegándome desde
el piso
Casi que
imitaba al sol
¿la agarro o
no la agarro?
Vaya uno a
saber que puertas abre
En una de
esas me voy al inferno
O capaz me
aseguro el cielo
¿la agarro o
no la agarro?
Cada vez que
truena
Del otro
lado de la ventana
Mi pasado
llora incansable,
Se refugia
en las sabanas
Y entrelaza
piernas con mamá.
Solo así
podrá dormir
Y recordarla
una noche más.
La persigo
incansable
Aún lejana,
se aleja
La luna
ideal
El sueño
imposible.
Cuando ya se
ve el antebrazo al final de la campera
O las
piernas donde muere el pantalón
Te das
cuenta que todos crecemos,
Evolucionamos
Hasta y para
Extinguirnos.
Biografía
Catalina Peque
nació el 22 de febrero de 1999 en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Terminó
la primaria en 2011 y actualmente cursa quinto año en el colegio liceo n°9 Santiago
Derqui. Nada se sabe de su futuro
Catalina: Señales de vos en tu voz y de todo lo que tienen para decir juntas, así, escribiendo mientras caminan para llegar a ser una sola, una mismoa estilo único y personal como tu bonito libro que queda aquí para regresar a él cuando pinten ganas, que te queda a vos como testimonio de esta tarea y del cuidado artesanal con el pusiste manos a la obra.
ResponderEliminarHiciste un buen trabajo, porque hay textos distintos entre sí e interesantes, algunos más logrados que otros pero todos personales.
Gracias por compartir.
NOTA: 8