jueves, 24 de noviembre de 2016

diario de lectura de "Los Pichiciegos" de Catalina Peque

los vestigios del miedo.

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Elegí leer "Los Pichiciegos" porque en la clase Graciela nos comentó que era un muy buen libro, fuerte, como debería ser, si se habla de la guerra y dictadura. Siento que en algún sentido me voy a identificar con la historia ya que a la guerra la vivió gente de mi edad y espero poder sentir lo que ellos sintieron.

8 de noviembre

Hoy a la noche empecé la lectura, me pareció interesante el tipo de lenguaje que usa, en lunfardo, de alguna manera lo hace más único, más nuestro; me da la impresión que son jóvenes (como era de esperarse). La primera escena transcurre en un tubo de tierra, muy oscuro. Parece que los personajes están ahí hace  mucho tiempo. El autor crea un buen ambiente, bien detallado, con muchas descripciones. El narrador está en tercera persona, pero no se identifica. Varias repeticiones de “nieve amarilla” y” cigarrillos”
Pipo “el gracioso”  pipo pescador al principio parece ser el jefe por su forma de responder “que mierda te importa” pero después me di cuenta que es quién vigila las provisiones.
Luciani, quiquito, rubione trae azúcar
HELADOS=MUERTOS.           FRIOS=HERIDOS
"Los reyes magos mandan", los que empezaron todo, los que formaron la trinchera. Sargento y Viterbo mueren.

Terminé el capítulo 2 recién. Se pone muy interesante el libro.

Momentos de bombardeos y un clima de tensión. Los pichis que cuentan historias, tratan de olvidarse de la guerra y de los cohetes, que hacen retumbar todo el suelo.
los pichis no sólo están escondidos sino que los Reyes Magos negocian con los ingleses y hacen trueques.
“-¿Los ingleses tendrán pilas?
–Esta noche vamos a ver…”

Está bueno cómo se desarrolla la narración, es muy fluido, mucho diálogo por el cual nos vamos enterando de las noticias que pasan. A partir del santiagueño nos damos cuenta que desde afuera ya se sabe de los pichis, asunto que hace preocupar a los Reyes Magos. Seguro les va a jugar muy en contra. Tal vez el bando argentino los busque para asesinarlos por traición.
Me voy a dormir, seguramente siga leyendo mañana, también a la noche, es un libro atrapante.

10 de noviembre

Leí el Capítulo 3. Muy interesante el encuentro entre el Turco, “él”  y los ingleses.  Muy vívida la imagen de ellos entrado como si fuesen rehenes cuando en realidad van a intercambiar mercaderías, no va a terminar bien. Por primera vez se hace mención al deseo sexual de uno de los pichis que sueña que tiene sexo con una oveja (¿?).

11 de noviembre 

 En este capítulo (4) recién me introduce un poco en la política se nota como no concuerdan los números de la gente que mando a fusilar Videla, imágenes tan vividas, tan intensas que refuerzan mi odio y asco. Los combatientes no pueden (o no quieren) creer que sean tantos:
“-Videla dicen que mató a quince mil- dijo uno, el puntano.
-Quince mil… ¡no puede ser!
-¿Cómo, Videla?- preguntó el Turco.
-Sí, Videla hizo fusilar a diez mil –dijo otro.
-Salí, ¡estás en pedo vos…! –dijo Pipo.
-¡Qué pedo! ¡Está escrito! –hablaba el puntano.
-¡Estás mamado!
-Qué mamado, están los nombres de todos, uno por uno, los que mandó fusilar Videla.
-No pueden haber sido tantos –dijo el Turco.”

“-Yo sentí que los tiraban al río desde aviones.-
-No lo creo, son bolazos de los diarios –dijo el pibe Dorio.”

Voy a dormir medio triste y lo retomo otro día

14 de noviembre

Por primera vez escuchamos una conversación entre los Reyes Magos, que afirman que hay demasiados pichis y que deben “sacar” a un par.
“-¿Cuáles son los peores?
-¿Los peores qué?
-Los peores pichis
(…) El Turco dijo que sobraban pichis. (…) El  preguntó qué iban a hacer y Viterbo dijo ‘nada, sacarlos’”
La interacción sigue y en un momento Viterbo dice que se los van a dar a los ingleses y que al resto de los pichis se les va a decir que se los llevaron.
¿Qué harán los ingleses con los pichis? Es triste pensar que los tienen como una carga

capítulo 6

 “…los largaban al río desde los aviones, desde doce mil metros, pegás en el agua y te convertís en un juguito espeso que no flota y se va con la corriente del fondo.” Esa imagen me dio escalofríos.
Se acentúan las relaciones de poder, y los combatientes se vuelven insensibles de a ratos pero rápidamente vuelven a extrañar, a querer, a necesitar.
“¿Quién se iba a impresionar por una muerte, por un muerto?”
“-La gente sirve. Vienen más, traen más… ¡Hay que elegir que sirvan: traen cosas, tienen más conocidos en los batallones, pueden cambiar más cosas y ayudar…!”
“-Los Reyes mandan y nadie más manda y el que quiera mandar se va y no es más pichi y va a ver qué le pasa.”

En la página 110 hacen una descripción del Turco, que en realidad no viene de Turquía. Cuando leí que tenía 19 años, me impresionó y me puse a pensar cómo sería estar en una guerra siendo tan chico.
“Ser preso de británicos era otra posibilidad. Daba miedo: “-Se garchan a los presos…”
“García y el Ingeniero (…) dijeron haber hablado con presos que contaban cómo los británicos les pasaban picanas eléctricas portátiles para sacarles datos que ellos ni sabían.”
Qué desesperante situación. Mientras más leo más me enojo. Siento impotencia. ¿Quién es el narrador?  me genera bastante intriga. Es un narrador testigo que sí o sí tuvo que haber sobrevivido a la guerra porque sino no estaría contando la historia.
Referencia de los Reyes Magos de los ingleses: “la hacen mejor, son más organizados, más hijos de puta”. El Turco tiene miedo de que los ingleses los vendan.´

Interesante que las cosas que más extrañan son: comer bien, dormir limpios y tener sexo. Me hace reflexionar en los distintos deseos de cada uno, y que nuestros problemas (capaz) no son nada comparados con los de ellos
“Casi nadie creía en Dios”  Yo me imaginé lo contrario.

PRIMER  DATO DEL NARRADOR (al final del capítulo 7):
“-¿Y vos, Quiquito, creés que yo creo esto que me contás?- le pregunté
-Vos anótalo que para eso servís. Anotá, pensá bien, despúes sacá tus conclusiones- me dijo. Y yo seguí anotando.”
el narrador es un pichi más.
“…se hablaba de los pichis, que según ellos eran muertos que vivían bajo tierra…”
“…los británicos (…) miraban a los pichis con un poco de lástima.”


19 de noviembre

Lo deje por mucho tiempo, creo que por que no me gustó como me imagine el obvio final, pero hoy lo retomo, a la mañana
Segunda Parte:
Qué es el polvo químico?—polvo de extintores
“Sin polvo químico hay que cagar afuera, en el frío…”
Pastillas negras. Qué droga es? Se las dan a los ingleses antes de pelear y también se las dan al Turco y a Quiquito cuando van a intercambiar con los británicos.
“Herido es como ser un muerto”
Me dio ternura el acto de Dieguez hacia el Turco, primero, que le salva la vida y después del Turco a Dieguez, que lo lleva de vuelta a la Pichicera y no lo dejó morir
Cuando se murió Dieguez todos se aliviaron. Triste que una vida no significa nada en ese contexto y que sea un alivio que alguien se muera con tal de que no haya más quejas.
“Yo anoto. Creer o no creer no  es lo importante ahora-sugerí” Segunda intervención del narrador.
Excelente descripción de los dos tipos de miedo. Por un lado, el miedo a algo concreto y por otro lado, el miedo al miedo mismo.
 “Si había más pichis, había que buscarlos” No me parece una buena idea. Creo que los pueden descubrir.
Creo que la gran mayoría de los pichis van a morir. Cada vez se quejan más, no están entrenados y ni siquiera pueden volver al bando argentino.
 “Tirar a los dormidos.” Los pichis están deshumanizados. Las cosas se tiran.
Los pichis no se bancan a los dos ingleses y los entiendo a la perfección. Son gentes nuevos que llegan y alteran el orden establecido. Ni siquiera los Reyes quieren que estén. Creí que iban a matar a algunos pichis después de que empujaran a la nieve a uno de los dos ingleses, pero mandaron a otro inglés: el paracaidista.
 “Decí lo que pensás. Me jode que no digas nada.” Estoy de acuerdo. Quiero conocer al narrador, Cuál es su historia.
“Había comenzado a salir con mujeres.” Todo el tiempo me olvido que apenas tienen entre dieciocho y veinte años. Es impresionante lo rápido que tuvieron que madurar.
“Y qué querés, si no fuera un forro, no estaría aquí entre tantos negros roñosos como vos- decía Brecelli, que era porteño.”
“…habían elegido mayoría de ‘cabezas negras’ porque el porteño no sabía pelear…”
Nadie sabía pelear. Triste realidad la de los pichis. No estaban absolutamente nada preparados. Los sacaron de su realidad y los movieron a otra realidad mucho más triste.
 “…bajan británicos (…) y ver el entusiasmo que traen quita las ganas de correr y pone en su lugar el arrepentimiento de haber nacido en el putísimo año mil nueve sesenta y dos.”  El narrador me hace sentir la desesperación que debían sentir esos muchachos al ver las caras de los británicos.

21 de noviembre

Se acerca el fin. Lo reitera varias veces el narrador. El libro está por terminar también. Me pregunto la manera en la que van a morir los pichis porque definitivamente van a morir.
El gobierno de la dictadura le quería hacer creer al pueblo argentino que la guerra se estaba ganando.
Cada vez se ve a más caminando. Incluso oficiales que se hacen pasar por conscriptos.
Me da mucha lástima esa imagen.
Pichis del lado de los dormidos, se fueron a entregar. Se cuenta cómo a los ingleses les gustaba ver la imagen de los soldados argentinos pasándose de bando. Las radios los identificaban por nombre, pero después, empezaron a ser números. Increíble cómo se deshumaniza.
Cada vez me gusta más cómo escribe el autor: esta segunda parte es mucho más oscura, más triste. Abundan las descripciones y las imágenes de decadencia. De hecho, la de la canción que les hacen aprender a los pichis es excelente. Ya me parece un gran abuso de poder.
“Ya se veía venir el final, lo sentían los Reyes y los pichis más despiertos.”
No me esperaba que los pichis murieran envenenados por el gas. Creo que estaba esperando que los fusilaran los pocos argentinos  por traidores o los ingleses, cuando los pichis se fueran a rendir. Al fin pude saber que “él” es Quiquito, que le está contando su experiencia en la guerra a un entrevistador (supongo). Me imaginé la secuencia de ver a cada pichi muerto, uno por uno, debe ser horrible. Me puso contento que se pudiese escapar del gas. Me hubiese gustado un final feliz, pero tratándose de este tema ya sería fantasía, al menos para los argentinos. Creo que la novela cumplió con mis expectativas, fue un buen libro, totalmente recomendable

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