El peligro
es una situación en la cual existe la posibilidad de una amenaza, un contratiempo
o un quiebre. Todos reaccionamos ante el peligro con suma incomodidad,
preocupación y tal vez miedo o dolor. Tanto el cine como la literatura son un
peligro, porque tienen la habilidad de quebrar conceptos o estigmas dentro de
nosotros. Es por eso que estas artes están censuradas, a veces por las
sociedades y otras por nosotros mismos.
Lo maravilloso de estos artísticos peligros,
es que al quebrar o desacomodar nuestro interior, nos invita a crear nuevas
ideas y conceptos que están entretejidos y ocultos entre las palabras e
imágenes, estas artes nos llevan a preguntarnos y replantearnos cosas que
creíamos saber. Sin embargo, la literatura es la madre del cine, porque son palabras las que se transforman en imágenes.
En “El
lector” la película y el libro difieren, las imágenes le dieron un nuevo y
diferente sentido a las palabras. Para definir el libro en pocas palabras diría
que es un texto “poco ético” de una manera humana y sensible, pero si debo
hablar de la película la encuadraría como una película romántica con artificios
dramáticos.
El libro
nos permite perdernos entre las palabras
para encontrar nuevos miles de caminos.
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