domingo, 31 de mayo de 2015

Las palabras expresan más. Sofía Goicoechea.

La obra literaria narra el proceso histórico, uno de los más fuertes de todos los tiempos de una manera basada en hechos históricos implícitos en el texto al principio de la obra y te va narrando perspectivas muy interesantes de algunos personajes, diferentes opiniones personales de los que transcurrieron es época y su respuesta ante lo transcurrido. En base a esto, sin dudas prefiero el libro ya que se siente más el sentido reflexivo de desesperación e indiferencia por parte de Michael, el gran temor de Hanna de ser descubierto su secreto. A través que leía el libro, podía imaginarme las tragedias, como la de los campos de concentración, las judías sufriendo en la iglesia, daba lugar a que recopiles todo lo que uno sabe de la segunda guerra mundial y relacionar los hechos de la historia con la realidad. El autor profundizaba temas como la culpabilidad y las responsabilidades de una sociedad, debatiéndolas desde Michael, dándole énfasis al debate interno que le deja a uno.

 Aunque el filme no mostraba todo esto y se saltó instantes que parecían esenciales como el dialogo de Michael con su padre y la analogía, no me pareció frustrante al ver. Además el filme se centra en una perspectiva más comercial basándose en una historia de amor, se veía claramente los sentimientos de cada uno en los enfoques, acciones y actitudes. Simplemente le faltaban esos momentos históricos y terribles de la época que no se pudieron explayar, ya que es un tema con muchos recursos para visualizar y contar mediante imágenes.

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