Milena Haddad
La
ignorancia
El
viernes por la mañana un ciudadano llamado Agustín llenará su botella de agua
en el grifo de la canilla, se abrigará y saldrá a correr, tal como acostumbra
hacer todas las mañanas. En el parque, trotará lentamente por un sendero,
sintiendo el frío de la nieve en sus pies y luego de haber corrido un rato,
escuchará un curioso graznido proveniente de un árbol. Se desviará del camino
que sigue todas las mañanas, buscando un pájaro o tal vez una ardilla,
caminando entre los mustios árboles chocará su pie con un bulto, y al
observarlo verá que es un cadáver. El cuerpo esta vestido con un sobretodo
negro y en la cara del difunto se puede observar una expresión de miedo,
desconfianza e intranquilidad.
El martes de esa misma semana, Octavio, el
futuro cadáver, llegó a pie, al sitio
donde trabaja. Un edificio moderno, de puertas amplias y ascensores pequeños con un gran tablero de
botones, del cual presionó el 11. A pesar de su pequeñez, nunca estaba solo en
el ascensor, siempre estaba acompañado por alguna veinteañera ilusa con los
ojos repletos de ilusión y sueños y la sonrisa sutil para fingir madurez o
seriedad. Pero él prefería la compañía de los hombres grandes, de su edad, o
incluso mayores, con sus bocas apretadas y sus seños fruncidos, ya no para fingir
madurez, sino porque el oficio ya les había quitado todas sus demás expresiones
faciales. En el hall del piso estaba Calvo, su colega. Más de 1,90 de altura, vos rasposa por los
años de nicotina, actitud sagaz e intimidante, siempre impecable y con una
enorme cabeza pelada. Sus ojos eran torpemente marrones y la cara fruncida,
como la de todos los hombres que ya llevaban cierta cantidad de años en el
empleo. Trabajaban en el diario más importante del país, con excelentes
críticas en el exterior. Tanto Calvo como Octavio se dedicaban a escribir a
cerca de política ambiental, cuestiones concernientes a el vínculo del ambiente
con la salud, las problemáticas del país, etc.
A pesar de su amistad, Octavio era un hombre
muy diferente a Calvo. Lo único que le complacía era escribir, actualmente,
trabajaba en un informe sobre el consumo de líquidos en la ciudad, quería
plasmar en el papel que debía ingerir la gente para estar saludable y llegar a
la vejez de una forma decente. Calvo era una criatura banal, sus notas se
trataban sobre idioteces, pero sin embargo era el favorito del jefe.
“Que suerte, ya solo faltan dos días para el
viernes” pensaba el jefe al día siguiente, sentado en su oficina, cuando de
repente suena su celular.
-
¿Hola?
-
Hola,
soy yo, Jorge, discúlpame que te moleste tan temprano pero tengo que contarte
algo.
-
Jorge!
Tanto tiempo, ¿cómo te va?
-
¿Cómo
que como me va? Mal, vos ya sabrás porque
-
No,
¿por qué?
-
Tu
empleadito se enteró lo del mercurio en el agua, está indignado, dicen que se
va a morir la mitad de la población muy joven, también que el viernes va a
salir una nota al respecto. Escuchame, yo no sé si ahora te las estas dando de
justiciero o si no tenés idea de lo que la gente hace en el diario de mierda.
Pero alguien se llega a enterar lo del agua y vamos todos presos por
corrupción.
Al oír esta última frase, el jefe despidió a Octavio, le
explicó que ya no le parecía un buen escritor.
Justamente, esa fue la
razón por la que Octavio termino en el parque la noche del jueves. Estaba
desahuciado, ya no había manera de contarle la verdad a la gente. Caminaba
entre la nieve, hasta que escuchó un graznido, camino entre los árboles, hasta
que tropezó con un bulto, era el jefe, lo sostenía con fuerza, sujetándolo
desde atrás, siento el frío de un revólver en su sien, y en el árbol, pudo
observar un cuervo que estaba can tan temeroso, desconfiado e intranquilo como
él.
Milena: excelente comienzo que atrae por lo que promete hacia adelante y mete de cabeza al lector. Sin embargo, esta potencia se debilita en un desarrollo que dice casi sin narrar porque está más preocupado por explicar que por fascinar. Lo que más desconcierta es la facilidad y la ausencia de tensión con que se resuelve la muerte: si Octavio ya no tiene, como se afirma, la posibilidad de dar a conocer lo que ha descubierto, ¿por qué lo asesina su jefe?. ¿Cuál es la función de Calvo? La imagen impulsa una estética más oscura, misteriosa, sugestiva, siniestra. Tenés la capacidad de transformar este texto en un cuento excelente. Ojalá tengas las ganas.
ResponderEliminarRepensar el título.
Rever el uso del "etc" y ortografía.
Nota: 7