Los principios del perro
Era una época tranquila para una dama. No obstante, triste a la vez ya que le hacia recordar a alguien que la acompañaría hasta sus últimos segundos de vida. Esta joven, durante este periodo añoraba con una parte de su acompañante durante las noches. Inclusive hasta llegar al punto de no dormir. Soñaba con que atravesaba la bruma de aquellas noches, entrando por la venta, y mientras este se la llevaba para no volver jamas, ella lo miraba con mucha predilección. Pero rápidamente esta imagen creada por su extrañamiento se desvanecía en el aire como cada suspiro que ella presentaba después de cada encuentro, que con el tiempo se había vuelto tan trivial. Su habitación se alojaba en el corazón de una infraestructura rodeada por cuatro torres altas, murallas y un puente levadizo. Era una joven noble, generalmente de buen humor, humilde, generosa y agradable con cualquiera de su reino, y de un pigmento de piel algo verdosa.
Había representado la paz hace ya muchos años, dado que cada reino que quería hacer una guerra por diferentes cuestiones, supo llegar a un acuerdo. Se decía que tenia un poder para negociar, que a cambio de paz ella tenia el poder de darle cualquier cosa que le pidieran, mientras que no sea de su gente. Así fue su método de negociar y mantener la armonía. Fue así, se había ganado una buena reputación que fue trasladado en muchos reinos cercanos.
Un día se había hecho escuchar de su famoso poder de negociación en un reino muy lejano. En el cual, disponía de una autoridad que tenia una actitud muy antagónica a la de la la reina verdosa. Tenia una personalidad malévola, egoísta, trataba mal a los habitantes de su reinado, la invadía un mal humor durante todo el día, excepto cuando alguno de sus planes viles le salían como ella quería. En lo único que eran algo similares era en su aspecto, dado que también tenia pelo largo, una voz aguda, un cuerpo delicado, y la perdida de alguien querido. Al oír estos rumores empezó a idear un plan en contra de la noble joven, con el objetivo de demostrar que el mal, al que ella representaba, gana siempre y que el bien solo es un trágico error de la vida. Emprendió viaje hacia el reino de la paz, para negociar con su alteza, y junto a ella el mal que la rodeaba. Llegó al reino, el punto de encuentro era el castillo donde ambas viudas iban a hablar. La visitante había venido en busca de una guerra, sabia que su anfitriona no tenia nada para ofrecerle que ella querría. Le había ofrecido oro, mucho poder, encontrar al amor de su vida, la felicidad, lo que la mayoría buscaban cuando venían a negociar. Pero le fue en vano, la malvada no aceptó ella tenia y podía tener todo lo que quisiera sin recurrir a nadie, solo que nunca lo dijo. Lo único que buscaba era realizar una guerra y así romper con su armonía para demostrar y ganar una reputación como la mas malvada y poderosa de todas las reinas. Fue así que se llevo a cabo la guerra con la condición de que si ganaba el reino del bien, todo integrante del reino malvado ayudarían de ahí en más a la gente, se uniría a este primero y protegerían a la paz. Y si perdía el bien, el mal lo transformaría en uno de ellos. Lo mas paradójico de esta historia fue que un día antes de la guerra la joven quiso demostrar cual era el motivo de la paz que distribuía y representaba. Se sinceró, le contó de sus sueños, como una parte de su acompañante atravesaba la bruma de aquellas noches y se la llevaba con él. Y un esposo muerto, de cómo este le enseño ese pensamiento de vida de representar la armonía. La viuda reflexionó pero no supo entender su explicación, le pareció que solo fue un método de manipulación para parar la guerra. Al día siguiente la guerra ya se encontraba en curso, ambas reinas en el lugar de batallas, se desparramo mucha sangre inocente por una causa con motivo, que se pudo evitar, producida por una aberración mental de parte de la invasora. En un momento ambas mujeres se enfrentaron, mientras la joven se encontraba sentada en el piso, pudo decirle a la figura que se encontraba de frente, y que se desvanecía y se volvía borrosa para sus ojos, que la parte que ella mencionó en los sueños representaba principios de la vida, la generosidad, la humildad y el respeto para todo habitante de su reino, que su difunto marido le había enseñado. La receptora de dichas palabras quedó muda, desconcertada y agobiada por la piedad y sentimentalismo que la invadió después de escucharlas. Era demasiado tarde para frenar la guerra, el mal había hecho su cometido. Por ultimo, la agonizante mujer cerró los ojos y viajó a su sueño final. Ya no tenia ninguna flecha en la espalda y ninguna espada en el vientre, estos yacían en el piso junto a su corona. Se encontraba en su habitación, donde un perro atravesaba la bruma de aquella ultima noche, entraba por la ventana y se la llevaba, ahora sí, para no volver jamás.

Lucas: resulta muy difícil comprender la lógica de los hechos, los motivos de los personajes, las causas y los efectos de sus acciones. Hay muchos errores de coherencia y cohesión que impiden una lectura fluida. Por esto, es imposible conmoverse, sentirse involucrado al entrar en este mundo que imaginás.
ResponderEliminarRever construcción de oraciones, tiempos verbales, puntuación, párrafos, vocabulario (términos mal usados), concordancia, ortografía.
Nota: 4